Las películas de fantasmas (o casas encantadas, posesiones, etc…) tienen muy difícil ofrecer un producto nuevo. El género está excesivamente explotado y hay poco margen para ofrecer algo innovador. James Wan sabe perfectamente que no va a revolucionar el género así que para comenzar su saga Insidious ha optado por una realización de corte clásico (que hoy día es casi revolucioanario en el cine de terror) y ha introducido algunos toques de estilo personal que le dan cierta frescura al tema paranormal. Y, como marca personal, un giro de guión que no todo el mundo parece haber entendido correctamente y que es importante para entender los acontecimientos de la segunda parte.

Insidious (capítulo 1)

El argumento de la película no ofrece sorpresas. Josh (Patrick Wilson), su esposa Renai (Rose Byrne) y sus tres hijos acaban de mudarse a una vieja casa. Empiezan a producirse en la casa extraños fenómenos que aterrorizan a la familia y tras un desgraciado accidente, uno de los niños entra en coma y parece estar acosado por algo paranormal.

Nada nuevo. De hecho recuerda constantemente a Poltergeist y precisamente juega con esa idea para el giro del acto final. Al contrario que las películas de terror de los últimos años, aquí sabemos todo el tiempo lo que está pasando, no hay misterio. La novedad no es el contenido, sino la forma de presentarlo.  Sí, hay pasillos oscuros en una casa vieja, muñecos raros y juguetes que se encienden solos, escaleras que rechinan, un reloj de péndulo con sonidos secos que dan la hora en los momentos de tensión, subidas abruptas del sonido de fondo… los recursos de siempre. Sin embargo, lo que abruma en Insidious es su poder de síntesis. Complementa los elementos claves en cuestión de minutos y te los raciona de una manera como pocas veces se ha visto en las últimas entregas del cine de terror. Y es elegante en la forma de presentar los acontecimientos.

Por cierto, me gustó mucho la idea de mezclar en el trailer la reacción del público que ya había visto la película:

Al igual que sucede en Poltergeist, la medium se come las escenas en las que aparece. Su forma de comportarse, sus métodos para entrar en trance, su estética y, por su puesto, el gran trabajo de la veterana actriz Lin Shaye hacen de este personaje un icono que será referente en las próximas películas con mediums. El contrapunto humorístico de sus dos ayudantes me resultó muy acertado para aliviar los momentos de tensión. La mezcla de personalidades de los tres me resultó muy divertida y me dieron ganas de saber más sobre ellos.

En definitiva, una buena película de terror de corte elegante y clásico. Efectiva y perturbadora por momentos. Una muestra de que no hacen falta grandes presupuestos para hacer películas brillantes. Yo la he disfrutado mucho y me he dejado llevar poco a poco según iba avanzando la historia. Y creo que es de las mejores películas del género de los últimos años. De las pocas que consiguen perturbarte de verdad sin recurrir a la sangre y visceras de otras películas (lo que no deja de ser curioso siendo James Wan el creador de otra saga: Saw).

[ojo este parrafo tiene spoilers]

Jugar con el parecido a Poltergeist hace que estemos desprevenidos frente a los elementos que nos indican que realmente no es una película de casas encantadas. Es una película sobre una posesión. Pero no es que Josh haya sido poseído al final. Josh está poseído desde que era niño por el fantasma de la vieja. Por las pistas que da su madre, hicieron que la influencia del espíritu de la vieja se “apagara” de alguna manera y así Josh pudo crecer como un joven normal. Todos los acontecimientos que ocurren en la película desembocan en el despertar de la conciencia de la vieja. Cuando Josh comienza a comportarse raro es porque la vieja empieza a despertar y a quitarle el control… Al final la medium descubre la verdad después de hacer la foto: la vieja siempre estuvo ahí dentro.

[fin del spoiler]

Por cierto, el autor original de la canción que se repite a lo largo de la película ya es bastante perturbador por sí mismo…

Insidious (capítulo 2)

Es una continuación directa de la anterior. Empieza justo donde acaba la otra. Aunque acompañado de una tragedia, todo parece haber acabado por fin. Y se espera un periodo de tranquilidad y descanso para la familia Lambert… pero no. Josh sigue cambiado y en la nueva casa a la que se mudan siguen ocurriendo los fenómenos extraños. ¿Cómo es posible que les hayan seguido hasta allí?

Aunque sea una continuación la película, el tono se vuelve diferente. Conserva cierto estilo clásico pero los nuevos escenarios obligan a un cambio en la narración. Todo es más tenso, visceral y conciso. Ya no estamos descubriendo qué está pasando con esta familia, ahora es el turno de acabar de una vez por todas con el problema. Hay que enfrentarse cara a cara con el mal. Por eso todo se cuenta con más ritmo y mayor impacto visual que la primera parte. Y lo más importante: cierra la historia.

Aunque es irregular, los nuevos fantasmas y algunas de las escenas de terror están muy bien conseguidos y me inquietaron en los momentos de mayor tensión.

El nuevo medium está poco trabajado y no me resultó nada atractivo. No tiene personalidad ni un elemento estético que compensara (¿unos malditos dados?). Así que fue un alivio que los ayudantes de la primera tuvieran esta vez más presencia.

Como la primera parte me encantó, esta me dejé llevar desde el principio. Y aunque los sustos y la tensión tiene bastantes altibajos, he vuelto a disfrutar de una buena película de terror. No es tan buena como la primera, pero cumple. Los saltos en el tiempo, en realidades y planos pueden parecer un poco liosos, pero resultan efectivos y permiten explorar otras situaciones, estéticas y efectos.

[ojo este parrafo tiene spoilers]

Es una lástima que la medium original esté muerta. Realmente me gustó el personaje y su interpretación. Me habría gustado que la saga continuara en el futuro desde este punto con los tres como protagonistas.

[fin del spoiler]

Insidious (capítulo 3)

Sabiendo que los personajes que más han gustado han sido la medium y sus ayudantes… ¿Cómo continuar la historia después de los acontecimientos que han ocurrido en las dos anteriores? Pues haciendo una precuela contando cómo se conocieron. Y es que esta (hasta ahora) última película confirma lo que ya sospechábamos: la auténtica heroína de la saga es la medium.

Los protagonistas de los hechos sobrenaturales de las tres partes no dejan de ser el arquetipo de la familia que sufre los problemas. Aunque bien interpretados son bastante planos, y su misión es sólo ir de aquí allá sufriendo y gritando. Pero es la fuerza y la entrega de la medium la que salva la situación al final. Esta es otra de las diferencias con Poltergeist donde era la familia la protagonista y los héroes al mismo tiempo. Era el amor que los unía y su fuerza vital los que salvaban la situación. La medium en Poltergeist sólo está para canalizar la situación y explicarnos lo que pasa. La medium en Insindious es la que soluciona todo.

Y como lo que cuenta es cómo se conocieron, todo lo demás sobra. La primera mitad de la película es sólo una larguísima introducción que desemboca en el encuentro definitivo. Totalmente prescindible para la historia. ¡La mitad! No empieza lo bueno hasta pasados 40 minutos. Podría haber sido perfectamente un cortometraje si no fuera porque había que sacar beneficio… Se nota perfectamente que el encargado de la película no es ya James Wan. Todo hace aguas hasta que se juntan por primera vez los investigadores. Y desde ahí funciona sólo porque me caen bien. Algún susto, alguna escena bien desarrollada, pero poco más.

Una despedida agridulce para una historia que empezó siendo algo nuevo e interesante.

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