Por la composición de la fotografía, su elegante vestimenta y la postura, estos hombres y mujeres podrían haber estado posando para una foto de familia o, incluso, de alguna revista de moda de la época. Pero estas imágenes tomadas en los años 1910 a 1930 son en realidad las fotos policiales para las fichas de ladrones, pervertidos, traficantes de drogas y “asesinos ocasionales”.
En las películas y series que reflejan el ambiente y la moda de los años 20 nos muestran a menudo criminales con estilo y elegancia. Siempre he pensado que se trataba de una mera licencia estética de la obra para mostrar más atractivos a los personajes. Pero la realidad, como siempre, supera a la ficción. Algunos de los criminales retratados transmiten una personalidad y un estilo que más quisieran reflejar muchos de las producciones de Hollywood.
Esta colección de fotografías en blanco y negro han sido recopiladas recientemente para una exposición. Forma parte de la historia sobre cómo se fue creando el sistema de identificación policial desde sus inicios hasta nuestros días. La policía pronto se dió cuenta de la utilidad de las fotografías para guardar un registro del aspecto de los criminales, pero consideraban oportuno también retratar el aspecto general del criminal por si servía para reconocer otros criminales similares. Eso, unido a las inquietudes artísticas de aquellos primeros fotógrafos, lograron guardar para la historia el estilo que rodeaba al crimen de principios del siglo XX.
Ya ni siquiera los criminales son como los de antes…
También las fotos policiales femeninas siguen el mismo patrón
