A pesar de que les dijeron que era imposible hacer lo mismo que un hombre en la profesión que les apasionaba, estas mujeres desafiaron a la historia y consiguieron lo que la sociedad les negaba. No sólo han demostrado que pueden ser mucho más que esposas o madres sino que han contribuido a que el mundo sea un lugar mejor con su legado. Por supuesto, las mujeres de esta lista no son las únicas que lo han logrado pero sí son las más representativas en la historia de la diversidad o el coraje femeninos.
Las mujeres y la ciencia
Marie Curie es siempre nombrada como ejemplo de mujer brillante que no sólo ha sido determinante para nuestra historia sino que venció en su lucha por el reconocimiento en un mundo de hombres. Esta científico polaca es famosa por sus trabajos con radioactividad. Fue la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades (física y química). Además, no quiso patentar sus descubrimientos (como el proceso de aislamiento del radio) para que la comunidad científica pudiera investigarlos sin obstáculo alguno.

Fue también la primera mujer en ocupar puesto de profesora en la Universidad de París. Luchó por ser tratada igual que los hombres y venció por la rotundidad de sus éxitos.

Seguro que conoces mejor a Hedy Lamarr por su carrera en el cine que por su aportación a la tecnología moderna. Se hizo famosa en 1933 por la película Éxtasis, siendo la primera mujer que aparecía desnuda en una película comercial y la que mostraba que estaba teniendo un orgasmo junto a su amante.
Pues no sólo fue “la mujer más bella del mundo” también era una superdotada que inventó la primera versión del espectro ensanchado. Una tecnología que ha dado lugar a las comunicaciones por satélite, el GPS, los teléfonos móviles y la transmisión de datos sin cable (ya sabes, el wifi y el bluetooh).

De día la podías encontrar filmando un musical llena de joyas y glamour, y de noche en su escritorio inventando un nuevo sistema para guiar misiles…
Margaret Hamilton no es nada famosa pero, gracias a los inventos de Hedy Lamarr y a su propia mente brillante, contribuyó decisivamente en uno de los momentos más importantes en la historia reciente. Fue directora de ingeniería de software para la NASA en el programa espacial Apollo (1969) y escribió (¡a mano!) la secuencia matemática que permitió a la misión Apolo 11 ser un éxito. En uno de los momentos más críticos de aquella misión del Apollo 11, en los que un error de la computadora pudo hacer que todo fuera un desastre, Margaret y su equipo lograron que no se abortara el alunizaje y los astronautas pudieran caminar sobre la luna y volver a casa sanos y salvos.

Olvidar la contribución de estas mujeres choca con que hoy día sea un tema recurrente el aparente desinterés de la mujer por la informática. Por cierto, fue Ada Lovelace (hija del poeta Lord Byron) la que diseñó el primer algoritmo de computación en 1840 y se la considera la primera persona programadora de la historia.

Así de glamurosa es la primera programadora de ordenadores.
Vaya, que sin las contribuciones de estas cuatro mujeres no estarías leyendo esto ahora mismo…
Las mujeres más aventureras
Valentina Tereshkova no se conformó sólo con ayudar desde tierra en el programa espacial. En 1963, cuando tenía 26 años, se convirtió en la primera mujer en el espacio exterior a bordo de la nave Vostok 6. Su viaje duró tres días y logró demostrar al mundo que ni siquiera el espacio exterior podía poner límite a las mujeres.

La primera mujer cosmonauta en el espacio exterior
Este breve documental recoge la biografía de Valentina con imágenes de la época y una entrevista a la cosmonauta.
Amelia Earhart fue otra piloto famosa por romper récords. La aventurera más famosa de la época, estableció, entre otros logros, récords femenino de altura y velocidad numerosas veces. Uno de sus mayores logros fue ser la primera mujer en hacer un vuelo solitario sobre el Atlántico. Esta aventura también hizo que fuera la primera persona en hacerlo un par de veces, la distancia más larga lograda por una mujer sin parar y estableció además un récord por cruzarlo en el menor tiempo.

Desapareció sin dejar rastro en el Atlántico mientras estaba terminando la vuelta al mundo en su avión tratando de establecer dos nuevos récords: ser la primera mujer en lograrlo y la primera persona en hacerlo por el ecuador, siendo la distancia más larga posible.

Recorrido realizado por Amelia Earhart y lo que le quedó por hacer
Este es el vídeo en el que se recoge su último vuelo:
Elizabeth Cochran (conocida por su seudónimo Nellie Bly) sí dio la vuelta al mundo aunque su intención no era hacerlo por el lado más largo como Amelia sino hacerlo tan rápido como los protagonistas de la novela “La vuelta al mundo en ochenta días” de Julio Verne. Esta periodista fue la predecesora del periodismo de investigación y pionera del periodismo encubierto. En 1887, llegó incluso a internarse de incógnito en un asilo psiquiátrico para exponer las horribles condiciones a las que se sometía a sus pacientes.

Nellie Bly posando en su foto de reportera
La revista World le encargó también intentar emular al famoso libro de Julio Verne. Logró la hazaña el 25 de enero de 1889 tras 72 días, 6 horas, 11 minutos y 14 segundosdespués de su salida de Hoboken, Nueva Jersey.
En mayo de este año, Google le dedico este Doodle como homenaje a esta impresionante mujer:
Puedes leer (en inglés) sus dos reportajes en este ebook: Ten Days in a Mad-House & Around the World in Seventy-Two Days and More (English Edition).
El deporte femenino
El duro entrenamiento llevó a Nadia Comăneci a conseguir su clasifiación para los Juegos Olímpicos de Montreal. Superó la presión de participar con 14 años en un evento de estas características y logró terminar su rutina.

Al acabar, el tablero mostraba como puntuación un humillante 1.00.

Nadia Comăneci ante su 1.00
Tras la confusión que generó esa insólita puntuación para un ejercicio tan bien hecho, los jueces aclararon que en realidad era un 10, pero el tablero no preveía esa posibilidad. Consiguió lo que a todos les parecía imposible: la primera puntuación perfecta en una competición olímpica de gimnasia artística.
Otra proeza fue la de Gertrude Ederle. El 6 de agosto de 1926, a sus 19 años, cruzó a nado la distancia que separa Francia e Inglaterra en 14 horas y 31 minutos. No sólo fue la primera mujer en lograrlo, sino que había batido el récord de los cinco hombres que lo habían hecho antes que ella.
Pero no todo tienen que ser grandes proezas, cada detalle cuenta. Como Kathrine Switzer, la primera mujer en correr una marathon con un dorsal oficial, Boston (1967). Mientras corría, uno de los comisarios y directores de la carrera, Jock Semple, descubrió que era una mujer e intentó detenerla: “¡Sal de mi carrera y devuélveme el dorsal!”. Gracias a su coraje y a la intervención de su novio y otros corredores pudo terminarla sin más incidentes. Este gesto permitió que más mujeres pudieran ser admitidas en pruebas que hasta ese momento seguían estándole vetadas. En 1974 fue la mujer vencedora de la marathon de Nueva York.

Momento en el que se le intenta expulsar, literalmente, de la carrera.
O atreverse a crear equipos de deportes sólo para hombres.

Primer equipo femenino de baloncesto en 1902

British Ladies Football Club, primer equipo femenino de fútbol

Mujeres boxeando en una azotea
Mujeres y derechos sociales
Un pequeño gesto como los de esas pioneras puede ser el inicio de algo que cambie el mundo. Como no levantarse del asiento de autobús, que le correspondía a los blancos, fue el germen de la lucha por los derechos civiles en EEUU. Claudette Colvin tenía 15 años cuando, el 2 de marzo de 1955, fue detenida por la policía por defender su derecho constitucional a utilizar el asiento como cualquier blanco.

Claudette Colvin con 15 años
Rosa Parks fue detenida por la misma situación 8 meses más tarde, convirtiéndose en la chispa definitiva que impulsó el movimientos por los derechos civiles.

Foto policial de Rosa Parks
Otro asiento de autobús es protagonista en la historia de Malala Yousafzai. Un grupo terrorista vinculado a los talibanes prohibió bajo pena de muerte que las mujeres hicieran cosas tan pecaminosas como ir al colegio. Con 13 años, Malala se hizo famosa por escribir un blog (bajo pseudónimo) para la BBC explicando su vida bajo el régimen talibán. En 2009 incluso llegó a aparecer en un documental junto a su padre hablando sobre lo difícil o imposible de recibir una educación en esas áreas.
El 9 de octubre de 2012, el autobús donde iba con sus compañeras a clase fue asaltado por los terroristas y le dispararon varias veces alcanzando incluso el cuello y el cráneo de Malala. Lograron salvarla con una placa de titanio en la cabeza. Regresó a las clases para terminar sus estudios.

Malala sigue luchando por la educación de los niños en Pakistán
El 10 de diciembre de 2014 se convirtió en la persona más joven en recibir un Premio Nobel (de la Paz, compartido con el indio Kailash Satyarthi)
Las chicas son guerreras
Una de las mujeres que más han destacado en una guerra es, sin duda, Lyudmila Pavlichenko. Esta ucraniana luchó como francotiradora del Ejército Rojo en el frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial. Mucho antes de que se tuviera que recurrir a las mujeres como soldados durante la guerra, Lyudmila, con 25 años, se apresuró a alistarse en cuanto los nazis comenzaron la invasión de la URSS. Los reclutadores quisieron ponerla en el cuerpo de enfermeras pero fue tanta su insistencia que accedieron a hacerle una prueba de tiro. Nadie dudó de su incorporación como francotiradora después de ver la habilidad que tenía con el rifle. Ella sola logró abatir, oficialmente, a 309 enemigos, de los que 36 fueron otros francotiradores.

Aunque es el ejemplo más destacado no es, ni mucho menos, un caso aislado. La lucha por la libertad ha llevado a muchas otras mujeres al campo de batalla. Ya sea como enfermeras de primera línea o cogiendo las armas sin más reivindicaciones que su derecho a defender lo que creen justo.

Sabiha Gökçen, primera mujer que voló en combate

Marina Ginesta, comunista de 17 años en Barcelona durante la Guerra Civil de España.

Simone Segouin en la liberación de París

Enfermeras en el desembarco de Normandía

Mujer samurai, 1800s

Mujeres durante la Revolución Mexicana

Una mujer de 106 años de edad, durante un conflicto armado, delante de su casa con un rifle. 1990.
A ver quién se atreve a decirle a todas estas mujeres que lo suyo es sólo para hombres.