Llevo meses intentando encontrar la mejor forma de recordar y organizar la información que realmente me interesa. Cada vez hay más ruido, más distracciones, más estímulos que se solapan y se comen unos a otros. Quería encontrar una forma de tener ese pequeño refugio lleno de cosas que me han impactado, que me han hecho gracia, o simplemente a las que quiero volver algún día.
Así que me dejé arrastrar por el canto de sirena de los gurús de la productividad y la organización, el método infalible para ordenar todo… estaba convencido de que no conseguía conservar lo valioso porque no lo estaba haciendo bien. Pero toda esta búsqueda me ha dejado bastante desconcertado y con más caos que antes.
Te hablan de apps que resolverán tu vida si aprendes a manejarlas: Logseq, Obsidian, Tana, Capacities, Joplin, Craft… Todo para ir más rápido, ordenado, mejor. Un tema me ha llevado a otro, y he acabado conociendo todos los métodos que prometen hacer kung fu con la organización personal: Zettelkasten, GTD, PARA, CODE, Bullet Journal, ¡Segundo cerebro! ¡Jardín mental!… prometen orden, organización, relacionar conceptos de formas inimaginables. Incluso resolverán necesidades que ni siquiera sabía que tenía (¡ni quiero tener!).
Al final, todos estos métodos de organización solo son un fin en sí mismos. Organizar todo para tenerlo todo organizado, no para que te sirva. No importa si no vuelves a ver lo que guardaste… ¡solo mira lo bien organizado que está!
Y se olvidan del objetivo principal por el que se quería ordenar todo: volver a consultarlo.
He tenido que frenar en seco, porque sólo estaba añadiendo más ruido en vez de quitarlo. Me quedo como estaba, no cambio nada y he vuelto a lo que ya usaba antes de este viaje:
- Inoreader: aquí lo empiezo todo. Lo uso para gestionar las RSS de las webs que conozco e incluso me recomienda tendencias relacionadas con lo que leo. Es sencillo si te quedas en la superficie pero con opciones avanzadas muy interesantes, filtros, etiquetas, ordenación y conexión automática con otros servicios.
- Reader (de Readwise): lo uso para lecturas más pausadas, libros, artículos densos o cosas que quiero sacar del ruido de la actualidad. Esta muy vivo y cada mes le meten funciones nuevas bastante útiles.
- Notion: mi sitio de respaldo de… todo. Esto es base de datos en bruto de lo que encuentro interesante, mi cajón de sastre con un mínimo de organización. Aquí llega también (de forma automática) lo que me ha interesado en Inoreader y Reader. Su IA está cada vez más enfocada en buscar y relacionar todo el contenido, y aunque ahora mismo es bastante tosca, si algún día realmente funciona bien puede que acabe siendo mi sitio de referencia para todo.
¿Y mi método kung fu para organizarme?… pues simplemente aprender a medir que es lo que realmente quiero guardar y lo que no, una sesión cada pocos días de limpieza de cosas que pueden borrarse y ya. Al final, como en mi propio trabajo diseñando, todo consiste en quitar lo que no sirve.
En fin, como conclusión del experimento, he decidido dejar de obsesionarme tanto con organizar el ruido y voy a intentar reducirlo. Y nada más.